Continuando con los consejos sobre el mantenimiento de la vida diaria con un enfermo de Alzheimer, hoy trataremos el uso de inodoro y la incontinencia, el lenguaje y la comunicación y el ejercicio físico.
USO DEL INODORO E INCONTINENCIA
Pueden perder la noción de cuando ir al baño, donde se encuentra el inodoro o cómo usarlo. Estas reacciones no son deliberadas, ni las hace con mala intención. Tener en cuenta que con la supervisión, se pierde uno de los aspectos más valiosos de la persona: la intimidad y se afecta el pudor.
El uso del inodoro es un proceso que implica una serie de acciones que se pueden olvidar fácilmente. La incontinencia es común entre las personas con Enfermedad de Alzheimer, especialmente en las últimas etapas de la enfermedad. Hay que establecer horarios y seguir el mismo orden de secuencias. Recordar la necesidad de orinar cada 2 horas y en momentos especiales: al levantarse, después de las comidas, al acostarse, etc. Es aconsejable:
• Las ropas deben ser holgadas, anchas, cómodas y fáciles de quitar.
• Indicar la situación y acceso al cuarto de baño con dibujos indicativos en la puerta colocados a la altura de los ojos.
• Disminuir la ingesta de líquidos antes de acostarse.
• Cuando utilizan pañal, mantenerlo limpio y seco, para evitar riesgos de infecciones o lesiones cutáneas.
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
A medida que la enfermedad progresa, la comunicación se hace más difícil y sería útil:
• Asegurarse de que la persona oye y ve correctamente.
• Saber escuchar y ser receptivos a cualquier intento que hagan de comunicarse.
• Hablarles claro, despacio, a la altura de los ojos y lentamente.
• Tocarles suavemente para advertirles de que queremos hablar con él.
• Hacer gestos sencillos mientras hablamos.
• Demostrarles cariño, acariciándolos, es una buena manera de trasmitirles seguridad.
• Ser flexibles, adaptarnos a sus necesidades y ritmos.
• Es importante hacerle participar en conversaciones que él pueda seguir.
• Ante preguntas o explicaciones sin sentido, evitar la discusión. Es mejor disuadirle y cambiar de tema o bien seguirle la corriente, pero sin añadir elementos que puedan confundirlo más o estructurarle en su error.
• Prestar atención al lenguaje corporal del enfermo. Las personas que tienen el habla deteriorada se comunican a través de formas no verbales.
• Nunca se debe hacer:
- Discutir y dar ordenes. Recordar que esta enfermedad afecta a la memoria y capacidad mental de pensar con lógica.
- Decirle que es lo que no puede hacer. Es mejor decirles las cosa en positivo que en negativo.
- Utilizar un tono paternalista o infantilizado, pues despertará sentimientos de inutilidad, rabia y frustración.
EJERCICIO FÍSICO
Los enfermos de Alzheimer necesitan realizar actividad y ejercicio ya que les proporciona sentido de participación, bienestar, etc. Se ha observado que estas personas están más tranquilas cuando realizan ejercicio físico. De esta forma, las funciones motoras tardan más en deteriorarse y también mejora la calidad del sueño nocturno. El ejercicio físico les sirve para eliminar tensiones.
Realizar actividades aparentemente simples, como tareas domésticas sencillas, levantarse de una silla, con o sin ayuda de los brazos una vez, o dos, etc., en el exterior, caminar, pasear, etc. Si no puede caminar, hacer ejercicios en cama o sillón, o incorporarse a grupos de gimnasia o fisioterapia preventiva.
En fases avanzadas de la EA, el cuidador principal, asesorado por los profesionales, debe conocer las actividades a realizar y los riesgos a evitar. Siempre se debe luchar por mantener todas las capacidades existentes e intentar mejorar las que sean susceptibles de ello.
Si es capaz de moverse, se le estimulará a que lo haga, dándole la ayuda que precise, pero sin suplir sus capacidades. Cuando esté encamado le estimularemos a que colabore en los cambios posturales, así como en su higiene y cambios de ropa. Dándole órdenes sencillas, con frases cortas y claras. Le sentaremos siempre que se pueda, prolongando progresivamente el tiempo de sedestación.